Comentario
Aunque los progresos realizados durante el último medio siglo en el conjunto del planeta son innegables, las enormes diferencias entre los países ricos (o desarrollados) y los países pobres (o subdesarrollados) siguen lamentablemente siendo hoy una de las características principales de la economía mundial. Las preocupaciones sobre la crisis económica y sus secuelas (desempleo, marginación, incremento de la desigualdad... ) han ocupado la agenda de las sociedades occidentales en los últimos años. Con una perspectiva global, los problemas más importantes a los que la Humanidad debe hacer frente no están, sin embargo, en los países desarrollados sino en el Tercer Mundo.Otro de los problemas ha que de hacer frente el Mundo actual, en especial los países occidentales, es que a partir de los primeros años 70 se observó un recrudecimiento generalizado de la violencia política. Se trata de la reaparición de ese fenómeno político, social e ideológico denominado terrorismo.La necesidad cada vez mayor de consumir energía para sostener un elevado nivel de vida -en las sociedades occidentales, que algunos llaman "sociedades del desperdicio"- representa un flanco débil y fuente de problemas de difícil solución. La energía que consumimos procede, en un 88 por 100, de los combustibles fósiles no renovables: el carbón, el petróleo y el gas natural. Estas fuentes de energía no renovables -su reposición, una vez gastadas, es imposible- fueron acumuladas bajo tierra en un lentísimo proceso de millones de años. El consumo que de ellas estamos haciendo en unos pocos decenios -un período casi instantáneo en la escala geológica de tiempos- está esquilmando esa riqueza y privando a las generaciones futuras de una eventual utilización más racional.Por otra parte, el SIDA es una enfermedad nueva y específica del mundo en las postrimerías del siglo XX. Ello no sólo en razón de las específicas condiciones biológicas y sociales que han posibilitado su irrupción, sino también porque su descripción y clasificación es inimaginable fuera del marco de la medicina occidental de nuestros días.